La alfalfa es una leguminosa que tiene múltiples cualidades como cultivo y como producto para la alimentación animal. Como cultivo, la alfalfa cuenta con una gran capacidad para sintetizar el nitrógeno, lo que enriquece el suelo. Como producto, la alfalfa deshidratada supone un gran aporte de fibra y proteína de calidad para los animales que la consumen. Actualmente ganaderos de todo el mundo alimentan a su ganado con alfalfa deshidratada procedente de la deshidratadora de Forrajes y Proteínas.
La producción anual de alfalfa deshidratada que maneja Forrajes y Proteínas ronda las 60.000 Tm. El formato habitual en el que se dispone este producto es en balas, que pueden llegar a alcanzar un peso superior a 800kg/bala.
El proceso de deshidratado al que se somete la alfalfa consta de varias fases. Forrajes y Proteínas controla el cultivo desde la siembra y determina el momento optimo en el que se realiza la siega, habitualmente cuando la alfalfa alcanza un 10% de floración. Esta es la primera fase de deshidratado, que consiste básicamente en el corte de la alfalfa con segadoras acondicionadoras.
El hilerado es la segunda fase del proceso de deshidratación de la alfalfa. Se realiza unos días desde la siega, un momento clave, ya que, al efectuar al volteado de la alfalfa, ésta queda eficazmente preparada para ser retirada de la tierra, favoreciendo así su secado natural.
La tercera fase del deshidratado abarca la recogida y el transporte de la alfalfa a la fábrica de Forrajes y Proteínas, en Villalar de los Comuneros (Valladolid). El momento en el que la alfalfa alcanza el 30% de humedad en el campo, es el que determina cuando se recoge de la tierra con carros picadores de forraje y se traslada a la fábrica.
Se recibe en la planta de deshidratado de Forrajes y Proteínas, donde comienza un nuevo proceso en el que se toma una serie de muestras de alfalfa, se mide el nivel de humedad y se va clasificando para su posterior deshidratado.
En la fase final del proceso de deshidratado, la alfalfa se seca haciéndola pasar por un tromel, en el que es sometida a temperaturas de hasta 500 grados, lo que consigue bajar su humedad por debajo del 12%. Posteriormente se enfría y se lleva a la prensa, en la que adquiere el característico formato de bala de Forrajes y Proteínas.
Y con esto culmina el proceso de deshidratado, ahora las balas de alfalfa deshidratada de Forrajes y Proteínas están listas para su comercialización. Un producto cuidado y controlado minuciosamente desde la siembra hasta la prensa, por eso Forrajes y Proteínas puede garantizar que su alfalfa deshidratada es siempre de la máxima calidad.